martes, 30 de mayo de 2017

7 días sin azúcar

Por casualidad me he topado con este grupo de Facebook:




Es un reto que parece fácil: eliminar el azúcar e incorporar productos integrales. El plan, copiado de la página que al final os indico, es el siguiente:


Antes de empezar

¿Porqué es importante eliminar los azúcares añadidos de tu alimentación?

Según la OMS el consumo de azúcar añadido debería suponer como máximo el 10% de las calorías totales y consumiendo el 5% se obtienen beneficios adicionales. Esto son de 25g a 50g de azúcar. Pero un solo refresco contiene ya casi 40g.

La realidad es que consumimos demasiado azúcar. Hay una gran cantidad de productos de consumo habitual que lo contienen: bollería, cereales, galletas, yogures… pero también, salsas, platos cocinados, embutidos…

El azúcar es importante para nuestro organismo que lo utiliza como fuente de energía, pero está demostrado científicamente que consumir azúcar en exceso provoca sobrepeso. El azúcar que nuestro cuerpo no necesita se almacena en forma de grasa en nuestro organismo y cómo vivimos en un ambiente obesogénico, con abundancia de alimentos poco saludables a nuestro alcance a todas horas, es muy fácil consumir más azúcar del que nuestro cuerpo necesita.

Además, los productos altamente procesados que contienen azúcar tienen características adictivas. ¿No te ha pasado nunca que tienes unas ganas locas de comer chocolate o galletas? Esto pasa por dos motivos. Para empezar, el azúcar actúa en el centro de recompensa de nuestro cerebro. Si tomas mucha cantidad de azúcar estás reforzando el azúcar como recompensa y tu cerebro te pedirá cada vez más. Por otro lado, cuando consumes productos procesados ricos en azúcar o harinas refinadas (pan, pasta…) se produce rápidamente una elevación de la glucosa en tu sangre. Esto provoca que tu cuerpo libere una gran cantidad de insulina para que esta glucosa pase de la sangre a tus células, haciendo que el azúcar en tu sangre baje rápidamente. El cambio brusco en el nivel de azúcar en tu sangre te hace sentir débil y hambriento y buscando más azúcar para volver a tener un “subidón”.

El proceso es el mismo en el caso de las harinas refinadas (pan y pasta). Las harinas refinadas contienen carbohidratos complejos, pero se transforman muy rápidamente en azúcar y actúan de la misma forma provocando una subida rápida de glucosa en tu sangre.

¿Y qué pasa con los edulcorantes tipo sacarina, aspartame…? Hay estudios que parecen indicar que también interfieren en el centro de recompensa del cerebro y provocar necesidad de comer más alimentos dulces.

En cambio, los azúcares presentes naturalmente en frutas, lácteos y verduras no tienen el mismo efecto sobre nuestro organismo. ¿Porqué? Como están acompañados de fibra y proteínas liberan la glucosa al torrente sanguíneo de manera más gradual. Además, son nuestra fuente de carbohidratos y energía.

¿Qué puedes experimentar durante el reto?

Es posible que durante los primeros 3-4 días sientas ansiedad por comer alimentos altamente procesados como bollería, galletas… Y a lo mejor estás de mal humor. Puede ser que te ocurra, puede ser que no te ocurra en absoluto, a lo mejor te dura 3 días o a lo mejor más… Te sugiero a que no tengas expectativas sobre esto ya que la mente es muy poderosa y si tu crees que te lo vas a pasar mal, te lo pasarás mal…

Verás, también, que cuando hayan pasado unos días, las frutas y verduras te serán más apetecibles y disminuirá mucho tus ganas de comer azúcar. Además, notarás más intensos los sabores de los alimentos no procesados como verduras, frutas, frutos secos…

¿QUÉ PUEDES CONSEGUIR CON ESTE RETO?

o       Reeducar tus papilas gustativas para apreciar más los alimentos naturales.
o       Darte cuenta que no necesitas comer alimentos poco saludables.
o       Aprender a comer mejor.
o       Sentirte más energétic@ y vital.
o       Mejorar tu concentración y productividad.
o       Empezar a perder peso para alcanzar tu peso sano.
o       Mejorar el control de tu ansiedad por comer.
o       Instrucciones

Durante los 7 días que dura el reto, sigue estas instrucciones.

1) Elimina todos los productos que contengan azúcar, edulcorantes y harinas refinadas. Estos productos son:

Azúcar, Siropes, Jarabes, Miel, Sacarina, Aspartamo, Bollería, Galletas, Chocolate, Pan, Yogures de sabores, Postres lácteos, Helados, Mermelada, Salsas, Platos preparados, Embutidos, Refrescos, Zumos, Pasta, Pan


2) Revisa los ingredientes en las etiquetas de los alimentos:

Lee los ingredientes de las etiquetas de los alimentos para saber si llevan azúcar o edulcorantes. Estos ingredientes no están permitidos y casi todos los productos procesados los llevan.

Nombres azúcar = azúcar, sacarosa, dextrosa, jugo de caña, miel, jarabe de cualquier tipo, dextrosa, glucosa, azúcar invertido, maltosa, sucrosa, siropes.

Edulcorantes: sacarina, acesulfame, aspartame, sorbitol, xilitol, maltitol.

(Nota: puedes utilizar stevia para endulzar con moderación. Se trata de un edulcorante natural que puedes encontrar en formato líquido o polvo).

3) Cada día rellena la plantilla de seguimiento.

Cada noche, anota lo que has comido, si has comido algún alimento no permitido cómo te has sentido durante el día, tu nivel de energía, digestiones y estado de ánimo.

Hacer este seguimiento te ayudará mucho a tomar conciencia de cómo te alimentas y los efectos que la alimentación tiene en ti. También, es una manera de reafirmarte en tu compromiso.

La plantilla es la siguiente:


¿CÓMO COMER DURANTE EL RETO?




Se dan más consejos y trucos para estos siete días. Toda la información está aquí:

http://nataliacalvet.com/recursos/reto-7-dias-0-azucar/

Venga, que empezamos con la operación bikini!







domingo, 28 de mayo de 2017

Año y medio ya.

Hace casi año y medio que escribí mi última entrada. En todo este tiempo no he hecho nada para mejorar mi alimentación; es peor, incluso.

Este blog lo tenía en el más absoluto de los secretos. Nadie de mi familia ni de mis amistades sabía que lo tenía. La razón no es otra que ocultar, creo que es eso, ocultar a mi entorno lo que realmente siento. No sé por qué razón, pero es así.  Quizá sea porque no quiero que se sepa la verdadera razón de mi obesidad, si es que existe, ni cuál es el nivel que tengo de gordura. Pero lo más seguro es que sea por vergüenza, algo incomprensible, puesto que anda que no se ven mis muslos, mi culo, mi tripa, ... pero es vergonzoso lo mal que me cuido y los efectos que esto tiene en mi cuerpo. Es como esconder a mi entorno que no tengo ninguna razón para quejarme, y al mismo tiempo, quejarme por mi mala suerte.

Y ayer rompí el secreto y se lo conté a una prima mía a la que adoro y que confío en que me guarde el secreto. Ella es como una hermana para mí y algo así como este blog tenía que contárselo. Ella ha sido la que ayer me animó a seguir escribiendo y no cerrarlo. Pero para el resto del mundo mundial, esto no existe.

Durante este año y medio he comido y bebido como una cerda, con breves espacios de dieta estricta que me producían una enorme ansiedad y que eran el caldo de cultivo para un efecto rebote a lo bestia. El resultado es que ahora peso más que cuando empecé a escribir este blog, que recuerdo que fue un día que la báscula me ofreció aquellos hermosos 109,6 kilos que tanto me alucinaron y que ahora añoro. No es que pese muchos más, pero sí he superado la línea roja de 110 kilos que me marqué.

Por lo demás, sigo igual de loca, con mi sentido del humor peleando encarnizadamente contra la tristeza de la pérdida de mi padre que me cuesta superar. Reconozco que mis hormonas las tengo peor que a los quince años, que tan pronto lloro como río, que tengo sofocones premenopáusicos o menopáusicos o posmenopáusicos porque ni sé en qué coño de fase estoy, que muchas veces me entran ganas de meterle hostias a alguien, que casi todo me produce una especie de asco y que no me soporto ni yo. Por lo demás, estoy de puta madre, con lo cual, miel sobre hojuelas.

Como veréis, la situación invita a seguir una dieta de adelgazamiento como dios manda -modo irónico ON-.

Y esta es la excusa actual. Cada etapa de la vida tiene su propia excusa para estar gorda. La cuestión es estar gorda y seguir jodiendo la marrana con las dietas, quejarse, saltarse la dieta y llorar. Y luego escribirlo. Ese es el ciclo.