Oye, pues da gusto escribirlo. Y leerlo, más.
Ayer no entré al blog porque estaba reventadita de todo el día currando. No tenía fuerzas. Me vino justo preparar la cena. Hice un gran esfuerzo, porque en otra situación menos animosa me hubiera dado yo tanta pena de mi misma que me hubiera hecho un bocadillo y arreando, pensando en todo lo que había trabajado y qué menos que eso, que eso es lo que me merecía. Y seguramente, el bocadillo con una cerveza o dos.
Pues no, anoche saqué fuerzas de flaqueza y me hice mi lubina a la plancha con mis calabacines y cebollitas. Y de postre, un yogur con frutas del bosque. Y a dormir!
Y hoy me he levantado muy contenta. Había superado la barrera psicológica de los martes, que es cuando abandono la dieta. Ya era miércoles por la mañana y estaba preparándome mi zumo, mi café con leche y mis dos galletas Digestive de avena. Por cierto, están buenísimas.
Durante el día he estado más o menos normal de hambre, porque también estaba muy ocupada y eso me distrae y me olvido de que tengo el estómago vacío. Pero esta tarde,..., ¡madre mía que hambre que he pasado! La merienda me ha sabido a poquísimo. Ha sido un yogur con las moras que aún me quedaban, unas diez moras, y me he quedado mirando pa Murcia. Estoy deseando hacer la cena, que me toca tortilla con verduras, y saciar este hambre voraz con el que llevo luchando toda la tarde.
En definitiva, vamos bien. Mañana es un día complicado, con mucha relación social, ya veremos. Voy a hacer mucha fuerza para no liarme y cagarla. Y luego viene el fin de semana, uf!
¡¡ Dios mio, por qué me mandas tantas pruebas!!
Bien por ese martes y bien por el miércoles. Qué tal hoy?
ResponderEliminarVamos, que tú puedes!!
Vengo a darte ánimos... a decirte que creo que estar intentándolo ya es una victoria y si ademas cumples los objetivos mejor que mejor, al final, de eso se trata. NOs leemos, ;)
ResponderEliminarGracias por vuestros ánimos. Mañana os veo.
ResponderEliminar👍👍👍👍